Las mejores harinas sin gluten

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La harina es un producto muy utilizado en todas las cocinas del mundo, sin importar la cultura o ubicación. Entre todas las utilizadas, la más común es la harina de trigo. Pero esto puede suponer un problema para las personas que padecen de enfermedad celiaca, ya que tienen que eliminar totalmente de su dieta el gluten para gozar de buena salud. Y la harina de trigo contiene gluten por lo que está prohibida en la dieta de personas celiacas.

Por ello, a continuación vamos a realizar un repaso por las mejores harinas sin gluten para que las introduzcas en tus recetas o descubras nuevas propiedades y usos. Porque este artículo te puede interesar tanto si eres un celiaco recién diagnosticado o llevas años lidiando con esta enfermedad como si eres un amante de la cocina y te apetece explorar nuevos alimentos.

  1. Harina de maíz

La harina de maíz es una de las más utilizadas, aunque cada vez está perdiendo más protagonismo por el auge del resto de harinas sin gluten ya que nutricionalmente no es la que más aporta.

Esto se debe a cuando se empezó a conocer sobre la enfermedad celiaca, no hace mucho tiempo, era la harina sin gluten más accesible en el mercado ya que se usa para muchas recetas, sobre todo en la gastronomía latinoamericana.

Principalmente se utiliza para la preparación de panes, tacos, tortitas, crepes dulces o salados y en combinación con otras harinas se usa en repostería para repostería en pasteles, galletas, bizcochos… También se puede utilizar para rebozar al mezclarla con huevo y agua natural o agua con gas.

  1. Harina de arroz

La harina de arroz es preferible que sea de arroz integral ya que es más fácil de digerir además de que aporta mayor energía, regula el tránsito intestinal y aporta vitaminas A,B y E. Pero también puede ser de arroz blanco, aunque contiene menos propiedades.

Este tipo de harina se puede emplear en infinidad de recetas ya que es muy fácil su manejo y conservación. Puedes utilizarla en masas de pastelería y panadería, como espesante o incluso para rebozar, aunque la textura será diferente a la que aportan otras harinas. Al igual que la anterior funciona muy bien en combinación con otro tipo de harinas.

  1. Harina de garbanzos

Aunque el mundo occidental no esté muy familiarizado con su uso, las personas de cultura oriental la emplean mucho en su cocina tradicional. Sin embargo, cada vez coge más fuerza ya que se utiliza mucho en recetas tanto vegetarianas como veganas, como por ejemplo mezclándola con agua puede ser un sustitutivo del huevo en tortillas.

Introducir el garbanzo en nuestra dieta aporta proteínas, hidratos de carbono, fibra y diferentes minerales y vitaminas y podemos hacerlo de diferente forma como es la harina para así no cansarnos de la legumbre.

“El principal uso de la harina de garbanzos es como sustitutivo del pan rallado en rebozados al mezclarlo con agua y huevo, y se recomienda hacerlo con esta harina ya que es la mejor para ello. Respecto al resto de recetas, su uso se centra en recetas saladas porque aporta bastante sabor a garbanzo”, explican desde Panadería Rincón del Segura, panadería artesanal ecológica que dispone de una amplia variedad de harinas sin gluten y productos especiales como estas galletas de sarraceno entre otros.

  1. Harina de trigo sarraceno

El trigo sarraceno es algo que los celiacos recién diagnosticados evitan ya que comparte nombre con uno de sus mayores enemigos y no se conoce lo suficiente sobre este alimento.

Sin embargo, es muy bueno su consumo ya que contiene muchos carbohidratos, fibras, vitaminas y minerales. Y no contiene gluten como el trigo tradicional.

Se hace uso de ella tanto en recetas saladas como masas de pizza y pan como en recetas dulces como crepes y bizcochos. En este caso aporta un color oscuro que la hace menos estética en algunos casos pero también aporta un sabor muy parecido al de los frutos secos, punto que se puede potenciar en recetas para personas alérgicas a este grupo de alimentos.

  1. Harina de avena

El consumo de avena en personas celiacas es algo controvertido ya que algunas personas celiacas no toleran la avena, sobre todo al principio del diagnóstico, pero muchas otras si lo hacen.

Además, hay que indicar que la avena se cosecha y almacena junto a otros cereales que contienen gluten como el trigo o la cebada por lo que hay que confirmar que se indique que sea sin gluten para así asegurarnos que no se ha producido la famosa contaminación cruzada.

Últimamente el consumo de avena cada vez es más común y podemos encontrarla muy fácil en supermercados ya que su uso está muy extendido en recetas saludables y personas que quieren cuidar su alimentación por la gran cantidad de minerales y propiedades que tiene, que conoceremos más adelante.

La avena es un cereal que contiene mucha proteína, fibra, vitamina B, hiero, potasio, calcio, grasas buenas y propiedades antioxidantes.

La harina de avena se utiliza para preparar tortitas, crepes, bizcochos, madalenas, pan junto a otras harinas, masa de pizza, en batidos para un mayor aporte calórico, etc.

  1. Harina de almendra

La harina de almendra es un muy buen sustitutivo de la harina de trigo debido a su alto contenido en grasas naturales, vitamina E y minerales como el hierro, calcio, potasio, manganeso, etc.

Su principal uso es para pastelería o productos horneados tanto en dulce como en salado.

Si queremos utilizarla como sustitutivo de la harina con gluten en recetas ya preparadas tenemos que considerar que hay que introducir algo más de líquido ya que contiene mucha fibra y esta absorbe gran cantidad.

Esta harina se puede comprar en herboristerías ya que su uso no está tan familiarizado es difícil verla en supermercado. También podemos hacerla nosotros triturando almendras naturales sin piel, pero deberás usarla poco tiempo después de hacerla ya que se pone mala enseguida.

Si queremos comercializar productos hay que tener en cuenta la gran cantidad de personas alérgicas a los frutos secos por lo que quizás en este caso no sea la más recomendada ya que te cierras a un nicho de gente.

  1. Harina de coco

La harina de coco contiene muchas proteínas y grasas saludables y es baja en carbohidratos. Su textura es muy ligera.

Su elaboración es algo más laboriosa que las anteriores por lo que es más fácil comprarla ya hecha, pero si quisieras hacerla en casa deberás secar la pulpa del coco en el horno y luego molerla.

El uso de la harina de coco está más limitado ya que su empleo aporta al producto final mucho dulzor y sabor procedente del coco, por lo que se centra en preparados para postres y dulces por ejemplo tartas, bizcochos, macaron, etc. Como ocurría con la harina de almendra hay que añadirle más huevos o líquidos para aportarle humedad extra a la masa.

Como siempre hay que recordar que, a pesar de no contener gluten ninguno de los alimentos de forma natural si pueden contaminarse durante el preparado de la harina por el uso del gluten durante el proceso de fabricación. Por esto, es importante asegurarnos que las harinas están certificadas por el sello sin gluten, aunque es preferible que este confirmado por la asociación de celiacos de cada país.

Estas son las mejores harinas sin gluten que puedes encontrar en el mercado. En función de tus gustos o el plato que vayas a preparar es preferible que optes por una o por otra, ya que tienen texturas y propiedades diferentes.

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