Las ventanas de PVC, las más usadas en Europa.

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Las ventanas de PVC se han puesto de actualidad en nuestro país. En ello ha tenido que ver las ayudas que ofrece el gobierno para su instalación, dentro de su objetivo de hacer los hogares más eficientes energéticamente. Sin embargo, estas ventanas son las más utilizadas en toda Europa desde hace 20 años.

El PVC es uno de los materiales más aislantes que se emplean en la construcción. Se utiliza en las canalizaciones de agua y electricidad. Con las ventanas de PVC se emplea este producto en el cerramiento de los hogares.

En las viviendas hay una tendencia por primar la confortabilidad por encima del diseño. Queremos casas en las que podamos vivir a gusto, que nos sintamos cómodos en ellas. Espacios para vivirlos. Por encima de composiciones bonitas que enseñar a los demás. A ver si me explico. No es queramos tener nuestra casa como un campamento. Nos gusta que esté arreglada, pero sobre todo lo que buscamos es que sea agradable para estar cómodos el tiempo que pasemos en ella.

El PVC es un material moderno. Está en coherencia con el modo de vida actual. Hablando con los técnicos de Crear Sur, una empresa instaladora de ventanas de PVC en Granada, nos comentan que estas ventanas ofrecen un gran aislamiento térmico y acústico, y son rápidas de instalar.

Justamente lo que queremos en las ciudades. No nos gusta sentir en nuestra casa el frío que hace en la calle, ni el ruido de los coches pasando por la calzada. Cuando nos ponemos a hacer obras, queremos que sea algo rápido. Que obstruya lo menos posible nuestra rutina diaria. Tal vez eso es lo que ha hecho que estas ventanas sean tan habituales en Europa.

Las ventanas de PVC en Europa.

Según datos de Interconnection Consulting Group, hace 6 años en Europa occidental, se fabricaron 76 millones de ventanas de PVC. Por un valor de más de 18 millones de Euros. En ese momento, España realizaba el 10% de la producción. En los últimos años, la fabricación e instalación de ventanas de PVC se ha multiplicado considerablemente.

La revista digital Interempresas señala que en Rusia, Eslovenia y Polonia, estas ventanas representan más del 80% de las instaladas en esos países. En Alemania suponen un 70% del total. En el Reino Unido un 65% y en Francia un 60%. En Italia, un país muy parecido al nuestro en cuanto al clima, ya superan la mitad.

Viendo estos datos, uno puede pensar que las ventanas de PVC son para climas fríos. Cuanto más baja sea la temperatura, más se utilizan. Eso no es del todo cierto. La principal cualidad que tiene el PVC es el aislamiento térmico. La capacidad de separar radicalmente la temperatura del exterior de la del interior. Con un nivel de eficacia que no se había visto con otros materiales empleados en la moldura de las ventanas como la madera o el aluminio.

Esto se debe a las características propias del PVC. Un plástico impermeable que no deja pasar gases, ni líquidos. El aluminio, el material más empleado en nuestro país, es un conductor. Por tanto, transmite el frío del ambiente del exterior al interior de las casas. Para aumentar su eficacia se ideó el puente térmico. Una cámara rellena con goma aislante para reducir su transmisión. La madera, por otro lado, termina deteriorándose con el tiempo. Abriéndose poros por los que entra y sale el aire.

Debido a sus cualidades aislantes, el PVC es adecuado tanto para climas fríos como para cálidos. Para el invierno y para el verano. Al separar las temperaturas, no deja entrar el calor de la calle a las estancias, por lo que necesitamos utilizar menos el aire acondicionado para aclimatar nuestra vivienda.

Calentar una casa en invierno y refrigerarla en verano requiere gasto energético. La situación actual, intensificada por la guerra de Ucrania, ha evidenciado una realidad. Europa es dependiente energéticamente. Para disponer de energía necesita comprar gas y petróleo del exterior. En España la situación es aún más acuciante. Una buena parte de la energía eléctrica que consumimos se la compramos a Francia.

Por esta razón se han puesto en marcha medidas orientadas a reducir el consumo energético en los hogares. El gasto de energía se nota en nuestros bolsillos y supone una sangría para la economía nacional.

Un producto respetuoso con el medio ambiente.

Las sucesivas cumbres internacionales del clima ponen en evidencia la preocupación que existe por frenar el cambio climático. Esto lleva a reunir a los líderes mundiales para buscar soluciones. Por desgracia, las resoluciones que se adoptan son más una recomendación que una orden a cumplir.

Con Estados Unidos boicoteando por sistema cada decisión y China, inmersa en su vorágine industrial, que no las sigue, aunque a los ecologistas les parezca insuficiente, la realidad es que Europa se ha puesto a la cabeza en la protección del planeta.

Esta política ha influido en el aumento de la instalación de paneles solares en las casas y en la colocación de ventanas de PVC. En el caso de las ventanas, fundamentalmente por 2 razones:

  1. El PVC es un material reciclable.

Aunque el PVC es un material derivado del petróleo, tiene la característica de que se puede reciclar indefinidamente sin perder sus cualidades. Como sucede con todos los artículos, tiene una caducidad. El marco de una ventana de PVC puede deteriorarse al cabo de 50 años, expandiéndose el material y mostrándose menos efectivo. Sin embargo, se puede descomponer para fabricar una ventana nueva o cualquier otro producto.

Esto entra dentro de la economía circular. La estrategia que está utilizando Europa para fomentar el crecimiento económico y el empleo, reduciendo la utilización de recursos y el impacto sobre el medio ambiente.

En Europa se utiliza un criterio que se llama Análisis de Ciclo de Vida (A.C.V.) que mide el impacto de consumo energético y las emisiones de C O 2 partiendo de una ventana estándar (1,34 m x 1,34 m). Para ello se mide tanto las repercusiones en su fabricación como los efectos en un hogar durante un periodo estimado de 10 años.

Partiendo de este baremo, una ventana de PVC con un 30% de material reciclado serían la que mejor A.C.V. presenta, seguido por las ventanas de madera con doble acristalamiento. Detrás van las ventanas de aluminio con rotura de puente térmico y por último las de aluminio estándar.

  • Eficiencia energética.

Otra de las políticas económicas y medioambientales que se están utilizando en Europa y, en concreto, en nuestro país es la reducción del consumo eléctrico. Se ha conseguido eliminar la energía térmica producida con carbón, la más contaminante, pero con unas energías renovables poco desarrolladas, para producir electricidad en grandes cantidades y en poco tiempo se quema gas natural.

En un país como España, que además no es productor y debe comprarlo de fuera, es un lujo caro de mantener. De ahí, que los poderes públicos busquen reducir el ahorro energético en los hogares.

Algunos fabricantes aseguran que colocando ventanas de PVC en casa se puede ahorrar hasta un 50% del gasto energético en comparación con las ventanas de aluminio y un 15% respecto a las de madera. Nuestro país tiene un parking de viviendas antiguo. Solo un 25% tiene menos de 12 años de antigüedad. Cuando fueron construidas, los materiales eran menos aislantes. Para aumentar su eficiencia energética es necesario instalar cerramientos que las sellen.

Los decoradores apuestan por las ventanas de PVC.

Dentro de esa tendencia a la confortabilidad, los interioristas buscan crear espacios que proporcionen experiencias únicas a los usuarios. Pos sus características, las ventanas de PVC permite llevarlas a cabo. La revista Vogue presenta algunas sugerencias:

  • Apertura al exterior. Se pueden crear espacios abiertos a nuestro jardín o nuestra terraza, permitiendo que la luz de exterior inunde la estancia sin que para ello nos afecte la temperatura que hay fuera. Con ventanas de PVC podemos llegar a ocupar una pared como si fuera un muro de cristal. Dándonos la impresión de que vivimos en el exterior, pero disponiendo de la confortabilidad del interior.
  • Un cuadro vivo. Podemos colocar una ventana como si fuera un cuadro, orientado a nuestro jardín o a un punto determinado. Es una de entrada de luz, pero también, si seleccionamos un marco bonito, puede ser un elemento decorativo de la habitación. En él presentamos un cuadro en movimiento. Que va cambiando de color e intensidad a medida que va avanzando el día. Al igual que sucede con las obras de arte, atrae las miradas hacia él y el paso de las personas a su proximidad.
  • Vistas de altura. Si vivimos en un piso alto, con buenas vistas, podemos colocar una gran ventana, como si fuera el escaparate de un establecimiento, mirando al exterior. Un rincón de recreo para la vista. Son como los miradores modernos. Ese aspecto aislante del que tanto hemos hablado, lo posibilita.

Europa lleva apostando por las ventanas de PVC durante las últimas décadas. Por la confortabilidad de las personas y por el respeto al medio ambiente. Es una buena noticia que nosotros nos sumemos a esta dinámica.

 

 

 

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