Ya sabéis lo que defendemos en esta sección el hecho de que hay que comer de todo. La semana tiene siete días y, si realizamos unas cuatro comidas por cada uno de ellos, tenemos un total de 28 momentos en los que ingerimos alimentos. Son suficientes como para comer de todo y que podamos, por una parte, comer aquello que más nos gusta y, por otro lado, aquello que nos proporciona más bienestar. Ni que decir tiene que podemos cumplir con las dos cosas sin problema y en la medida en que nos haga felices. Solo hace falta algo de voluntad y también alguna dosis de organización.
En los párrafos que siguen, las protagonistas van a ser un conjunto de alimentos que son vitales para nuestro bienestar porque contienen un montón de beneficios y también están lo suficientemente ricas como para que deseemos consumirlas a menudo. Hablamos de las legumbres. Las alubias, las lentejas, los garbanzos… son productos que suelen gustar bastante y que, además, seguro que han sido propicios para un mes de marzo como el que hemos tenido en buena parte de la geografía española, cargado de frío y de lluvias. ¿Acaso es un mal plan alimentarse así cuando fuera estamos viendo que el tiempo no acompaña? Por supuesto. ¡Es un planazo inigualable!
En una noticia publicada en la página web de National Geographic se establecen diez beneficios que están asociados al consumo de legumbres y que son los que os vamos a mencionar a continuación:
- Son una fuente muy poderosa de energías vegetales.
- También son ricas en fibra, algo que permite mejorar la salud digestiva y la cardiovascular.
- Una de las razones por las que mejora la salud cardiovascular es por el hecho de que las legumbres son bajas en grasas y no tienen colesterol.
- Disponen de una capacidad de almacenarse durante mucho tiempo.
- También tienen una gran cantidad de hierro, algo que puede ayudar a evitar la desnutrición y la anemia.
- También son buenas en potasio, lo que hará que el corazón funcione de manera correcta.
- Contribuye a controlar el azúcar en sangre y los niveles de insulina, así que son ideales para controlar el peso y para personas con diabetes.
- Son bajas en sodio y, por ende, evitan la hipertensión.
- También son alimentos idóneos para personas celíacas porque no contienen gluten.
- Para el embarazo son ideales porque previenen las anomalías en la gestación del feto.
Son argumentos más que de sobra para que empezamos a consumirlas. Todos los nutricionistas y expertos en alimentación recomiendan absolutamente el consumo de legumbres porque no cabe la menor duda de que tienen muchas maneras de mejorar la calidad de vida de las personas. Y es que, en un mundo en el que priorizamos más que nunca el cuidado de nuestro bienestar y de nuestra salud, es más importante que nunca que podamos tener a mano productos de este tipo. Tenerlos los tenemos, pero… ¿realmente nos tomamos en serio todos esos consejos que nos hacen llegar los expertos en estas materias? Por desgracia, no nos queda más remedio que dudar de eso.
En una información publicada en la página web de la Fundación Española del Corazón, se comenta que el consumo de legumbres ha descendido en un 50% en los últimos años. Es una de las peores noticias que podían llegar hasta nuestros oídos porque atenta directamente contra nuestro bienestar. Además, tenemos que decir que la sustitución de este tipo de alimentos no se ha producido para darle más protagonismo a otros alimentos saludables, como lo puede ser el pescado, sino que hemos abusado más de la carne o de los productos azucarados. Más malas noticias. Si a eso le sumamos que los españoles y las españolas somos personas dadas a hacer una vida marcada por el sedentarismo, peor que peor.
Las legumbres componen uno de los alimentos que podríamos considerar como uno de los más importantes de todos cuantos existen en la actualidad para cuidar de nuestro cuerpo y nuestro bienestar en general. Uno de los motivos que esgrimen algunas personas para no comer legumbres es que no existe una gran variedad de recetas, pero la realidad es bien diferente. En Comprar Legumbres presentan una serie de recetas que demuestran que sí que hay una enorme variedad de buenos platos con legumbres: pimientos bola rellenos de cous-cous, lentejas con pollo al curry, potaje de berros canario, alubia amarilla guisada, ensalada templada de garbanzos y kale, fabada asturiana con setas shiitake, bolitas de quinoa, bulgur y bacalao en salsa de tomate…
Como habéis podido ver, eso de que no hay variedad es un auténtico mito. Podríamos haber hablado de esas recetas o de otras muchas más, de eso no tengáis la menor duda. Y es que las legumbres dan muchísimo juego para cualquier tipo de comida que estéis pensando realizar. Ni que decir tiene que son muchas las combinaciones que podéis realizar entre ellas y entre ellas y otros muchos alimentos. Lo importante es que nunca nos olvidemos de este tipo de alimentos porque de verdad os decimos que generan una gran cantidad de ventajas de las que no os podéis arrepentir porque también van a ser idóneas para las personas que os rodean.
Hay que acostumbrar a los peques a comer de todo
Ya sabéis que la alimentación es básica para cualquier ser humano. Pero lo cierto es que es todavía más importante para personas que están desarrollándose, para los y las peques. Por eso siempre se suele decir que ellos y ellas deben comer de todo, que hay que prepararles de la mejor manera posible para que su desarrollo sea el adecuado. En caso de no ser así, pueden tener problemas a medida que crezcan. Este es un asunto muy serio y no cabe la menor duda de que las personas que somos responsables de esas pequeñas personitas debemos asumir la responsabilidad absoluta en este sentido.
Por regla general, los y las peques no suelen tener entre sus comidas preferidas a las legumbres. Es una pena que así sea, por supuesto, pero no por eso tenemos que dejar de lado algunas de las cosas que rodean a la alimentación en una etapa de la vida tan importante como esta. Tenemos que hacer que se acostumbren a tomarlas porque de ese modo empezarán a entender que eso es positivo para sus intereses y empezarán a valorar mucho más estos alimentos, algo que van a terminar agradeciendo más antes que después.
Estamos seguros de que, si los peques se acostumbran a comer legumbres desde que son bien pequeños, no van a mostrar nunca ninguna repulsión por alimentos como de los que estamos hablando. Por eso es tan importante que los mayores estemos encima y que tengamos siempre en cuenta que no sale nunca bien eliminar demasiados alimentos de la dieta de un niño o de una niña por el simple hecho de que «nos deje en paz» aunque sea por unos minutos. Eso no va a salir bien a largo plazo y es precisamente eso lo que debemos tener en cuenta. Aunque a corto plazo no nos beneficie tanto, si el largo plazo es positivo, esa acción es rentable.
Podríamos hablar de productos que se encuentran en una situación bastante parecida a la que se encuentran las legumbres. El pescado podría ser uno de ellos. Los niños y niñas no suelen ser demasiado amigos ni amigas del pescado, pero al final lo terminan incorporando como algo ante lo que no se quejan porque saben que hay muchos tipos de pescado y sigue habiendo varios que les gustan. Si no lo hubieran probado, está claro que siempre hubieran mostrado rechazo a este tipo de alimentos. Abrirse a nuevas cosas es algo que siempre va a producir beneficios en este sentido y esto es algo que los padres y madres debemos tener meridianamente claro.
Todos y todas hemos tenido siempre algún alimento que no nos ha gustado en absoluto. Pero, a medida que vamos cumpliendo años, vamos siendo conscientes de que hay que variar lo que comemos porque, a fin de cuentas, eso va a ser beneficioso para nuestros propios intereses. En algunos casos, serán las legumbres. En otros, el pescado. En otros, las dos cosas o incluso alguna más. Lo importante es que, nos gusten más o menos, los incorporemos a la dieta. De ese modo, privándonos de consumir siempre los alimentos que más deseamos y que no suelen ser tan sanos, nos tomaremos como un «premio» el hecho de consumirlos y lo valoraremos mucho más de lo que lo hemos hecho previamente.
Con la nutrición no se debe jugar. No es un juego de niños y, por tanto, somos los mayores los que tenemos que imponernos en este sentido y hacer posible que las personas que dependen de nosotros dispongan de una buena dieta. Nos lo van a agradecer más pronto que tarde, os lo podemos asegurar. A fin de cuentas, es tan evidente que comer variado es positivo que no les va a quedar otro remedio.