Restaura tus muebles antiguos.

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Cada mueble y estancia de tu casa cuenta una historia. Transmiten un mensaje o una sensación para ti y para los demás. Un mueble antiguo tiene vida detrás. Ha desempeñado una función en otro tiempo y en otro lugar. Restaurarlo no solo implica alargar su vida útil, sino adaptarlo a ti y a tu casa. Es una nueva oportunidad para esa cómoda que heredaste de tu abuela y qué tantos recuerdos te trae, o para esa librería de principios del siglo XX que te maravilló cuando la viste en el escaparate de una tienda de antigüedades. Al restaurarla la haces tuya y la integras en tu espacio.

Lo vintage es tendencia. En la ropa, en la música, y también en la decoración. Cualquier espacio en decoración de interiores persigue una coherencia y una originalidad. Es en este aspecto, donde un mueble de segunda mano marca la diferencia. Al repararlo y re-decorarlo lo hemos convertido en un objeto único, diferente. Si le has dado un toque personal, es muy difícil que exista otro igual. El mueble, que tanto te atrajo al velo, lo has convertido en algo exclusivo.

Nos solemos sentir atraídos por objetos con los que nos identificamos. Asociamos un escritorio de estilo victoriano con elegancia, sobriedad y distinción. Al observarlo podemos imaginarnos a Edgart Allan Poe, sentado frente a él, a la luz de un candelabro, escribiendo uno de sus cuentos. Por un momento podemos sentirnos como un escritor del romanticismo. Relacionamos una mecedora con aire colonial con la película “Memorias de África”, y solo con mirarla nos transporta a una colonia a los pies de la sabana.  

Una vieja alacena nos puede traer recuerdos de aquellos veranos, cuando éramos niños, en que bajábamos al pueblo y nuestra tía ponía la mesa con los platos de cerámica que guardaba en los estantes y los cubiertos bañados en plata almacenados en el primer cajón. Un baúl nos lleva al desván. Donde la abuela guardaba vestidos de cuando era joven. Un lugar misterioso, secreto. Un cúmulo de recuerdos que nos conectan con momentos y personas queridas.

La reutilización de muebles y el estilo vintage es una versión, a veces muy personal, de los objetos y de la historia que encierran. Se corresponde más con las sensaciones que nos evocan que con reproducir otra época. Por ejemplo, existen muchos fans de la década de los 80, pero por mucho que llenes tu salón con muebles de aquel momento, no vas a dar un salto en el tiempo. Te conectarán con canciones, películas, programas de televisión, dirán mucho de ti y de tus gustos, pero lo más seguro es que le des otro uso y otra apariencia. Si los restauras con originalidad e imaginación lograrás que encajen en el entorno de tu casa.

La decoradora Anatxu Zabalbeascoa nos descubrió en un artículo de “El País Semanal” como bajo criterios de ingenio, versatilidad y convivencia, lo nuevo y lo viejo pueden compartir espacio potenciando la personalidad del mismo. Un canapé Luis XVI presidiendo un salón multifuncional contemporáneo o los diseños imposibles de Curro Claret, que transforma tableros de mesitas y respaldos antiguos en sillas vanguardistas. Para la decoradora, estas soluciones añaden frescura a los ambientes y rompen la uniformidad.

 Cómo restaurar un mueble.

Una vez elegido el mueble al que queremos dar una nueva vida, debemos dar una serie de pasos para proporcionarle una nueva apariencia y dejarlo en perfectas condiciones. Es importante realizar un chequeo previo para valorar si vale la pena o no restaurarlo. Nos lo determinará la cantidad de piezas que debamos reemplazar y la facilidad y precio para hacerlo. Aunque el reciclaje de muebles obedece a criterios de sostenibilidad ecológica, y puede estar movido por razones emocionales, debemos ser conscientes que el estado de algunos de ellos hace muy difícil  su restauración y que es probable que no quede como deseamos.

Si este no es el caso, lo primero que debemos hacer es limpiarlo. Para eso basta con pasarle un trapo húmedo con agua y algún producto jabonoso y dejarlo secar. Es posible que debido a su antigüedad se hayan creado manchas en las molduras. Procederemos a eliminarlas frotando con un cepillo de púas duras mojado en disolvente. Después es necesario quitar el barniz. Lo haremos aplicando un decapante con brocha, lo dejaremos secar y lo retiraremos con una espátula. Es importante leer antes las instrucciones que vienen en el envase, se trata de productos químicos que necesitan un tiempo para que produzcan una reacción. También es posible que debamos repetir la operación las veces que sea necesario hasta que la madera quede completamente desnuda.

Repara los desperfectos. Localiza las zonas afectadas de carcoma, se aprecian por pequeños agujeros que aparecen en la madera. Aplica un producto anti-carcoma con una brocha y cubre el mueble con un plástico. Cambia el plástico cada 48 horas y déjalo tapado durante 4 días. Podemos restaurar desconchones y arañazos con masilla para madera y cera. Cuando estén secos debemos lijarlos para que se noten lo menos posible, y si es necesario, pintarlos con óleo para que recuperen el tono de la madera. Es necesario revisar cajones, bisagras, cerraduras y apliques. Es posible que necesitemos reemplazar alguno o que tengamos que fijar con clavos algún cajón desfondado.

Barniza el mueble. Aunque desees pintarlo o decorarlo después, es importante hacerlo para proteger la madera. Aplicaremos una primera mano, dejaremos secar durante 24 horas, lijaremos toda la superficie y le aplicaremos una segunda capa de barniz en sentido de la beta.

Dale la apariencia definitiva que desees. Puede ser que quieras oscurecer la madera, y, por tanto, teñirla, que solamente quieras encerarlo, o que quieras cambiarlo de color con una pintura especial. Sea cual sea tu opción, los expertos de Artespray te recomiendan que utilices productos específicos para madera, a fin de no estropear el material y facilitar la conservación del mueble.

Si has restaurado una silla o una butaca, revisa la tapicería. Desclava la pieza tapizada de la estructura con cuidado y quita las grapas que sujetan la tela. Puedes limpiarla en profundidad o cambiar el tapizado. Vuelve a fijar la tela con grapas y atornilla la pieza extraída.

Ideas de restauración.

Al restaurar un mueble, no solo lo saneas, sino que le puedes dar un aspecto completamente distinto al original, como si se tratara de otro mueble. El blog estilo & decoración te presenta algunas técnicas muy llamativas. Nosotros queremos compartir contigo tres ideas fáciles de aplicar:

  • Pintura a la tiza.

Se trata de una pintura al agua que cubre cualquier superficie y una amplia gama de materiales: madera, metal, plástico. Es menos tóxica que otras pinturas con disolventes químicos, por lo que se puede aplicar en interiores, y tiene un amplio poder de cobertura. Te permite transformar un mueble barnizado en caoba en uno de color beige. Algunos fabricantes indican que se puede aplicar sobre el barniz original, si bien para sanear el mueble siempre se recomienda retirarlo. Tapa todos los poros e imperfecciones proporcionando un acabado uniforme. Se utiliza sin imprimación y tiene una gran variedad de colores. Una vez aplicadas tres manos, si se le da una capa de barniz transparente, ofrece una larga durabilidad.

  • Decoración con vinilos o plantillas.

Cuando la pintura y barniz del mueble esté completamente seco, podemos decorarlo con motivos geométricos, florales, étnicos, etc. Para ello tenemos dos técnicas, o bien superponer un adhesivo en vinilo con el diseño que queramos, o bien pintar con otros tonos y colores usando plantillas. Estas plantillas, llamadas stencils podremos adquirirlas en cualquier droguería o tienda de manualidades, o fabricarlas nosotros mismos sobre una radiografía o cartón. Para fabricarlas basta con llevar un dibujo impreso en papel a la plantilla. Utilizar plantillas nos permite dibujar detalles con otros colores sobre el fondo del mueble, dándole un toque artístico. También podemos emplear barnices oscuros para pintar sobre un barniz más claro ofreciendo un juego poli-cromado. Una vez terminada la decoración, es recomendable dar una última mano de barniz transparente para proteger todo el mueble.

  • Decoración de muebles con papel pintado.

El papel pintado permite multitud de posibilidades debido a la gran variedad de diseños que existen. Le da un aspecto nuevo a muebles muy antiguos o deteriorados. No es tan elegante como otros tipos de restauración, pero proporciona un aire informal y diferente. Podremos forrar de papel los cajones, las puertas, la parte interior de estas o el frontal y los laterales de todo el mueble. Para ello debemos pintar primero el mueble, cortar las tiras de papel que necesitemos, asegurándonos de que sobre un poco, aplicar sobre el papel la cola y adherirlo a la superficie a forrar ayudándonos de una espátula, para asegurarnos de que no se crean bolsas de aire. Cuando esté seco, cortaremos un cúter, el papel sobrante.

Como hemos visto, la restauración de muebles es un recurso muy interesante para la decoración de una casa. Personalizando utensilios de los que no nos queremos desprender o que tienen un valor especial para nosotros.

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